Cuando iniciamos un proyecto o queremos realizar un cambio solemos creer que será una línea recta y sin embargo la experiencia nos dice que más bien será una autentica montaña rusa. Lo curioso es que precisamente esa montaña rusa es la que propicia que el proceso se lleve a cabo de una manera más ágil.
Tan importante es en la gestión del cambio, las personas implicadas como la tecnología a implantar y es necesario contar con ambas partes sino se quiere fracasar.